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1. Necesita tu apoyo y compresión. Apóyale a continuar la práctica de su deporte y que se sienta feliz haciéndolo.
2. Tu hijo/a está aprendiendo, por muy bueno que sea en su deporte, él no quiere fallar aunque lo hará. Todos fallamos en algún momento, incluso los padres.
3. El deporte siempre es un juego y como tal, tu hijo/a lo practica para pasárselo bien. En el fondo, el resultado nunca es lo más importante.
4. Nunca proyectes un futuro como profesional de su deporte. Vivid y disfrutad el presente.
5. El entrenador es una figura clave. Es posible que el entrenador/a, no te guste, ni sus métodos, incluso puede que tengas razón. Nunca le menosprecies, mucho menos ante tu hijo/a. Debe respetarle, es una figura de autoridad y, aunque tu no, la mayoría de las veces tu hijo/a confía ciegamente en él/ella.
6. Este punto no debería existir, es un punto avergonzarte aunque hay que repetirlo muy a menudo. No menosprecies a los jueces o árbitros, su labor no es fácil y sin su figura tus hijos/as no podrían competir.
7. No debes rectificar a tu hijo a gritos en público. Mejor alábale en público y rectifícale si has de hacerlo mejor en privado.
8. No hables mal de sus compañeros/as. Para tu hijo/a, la mayoría son sus amigos ya que pasan muchas horas juntos/as.
9. Nunca pierdas la calma. Es posible que alguna situación te saque de tus casillas aunque la mejor versión de ti mismo aparecerá sólo si estás tranquilo y calmado.
10. Disfrútale. Desde el calentamiento, cada segundo de su esfuerzo, cada entrenamiento. Emociónate, lo está dando todo.